¿Quién es Miguel Ángel Matilla Blanco y qué te ha traído a EMCC Spain?

Soy zamorano de nacimiento, actualmente radicado en México. Consultor de comunicación, formador y escritor, con más de 15 años de experiencia en España y Latinoamérica. A lo largo de este recorrido he acompañado a líderes, instituciones y equipos políticos en momentos clave de definición de su mensaje y posicionamiento, lo que también me ha permitido obtener algunos reconocimientos internacionales.

Mi vínculo con EMCC Spain nace precisamente de ese interés por acompañar el desarrollo de líderes auténticos y comprometidos. Creo en el poder del mentoring y del coaching para generar impacto, y EMCC representa hoy la máxima garantía de calidad, ética y profesionalidad en este ámbito.

¿Qué te motivó a asumir el rol de coordinador de Comunicación?

Poder aportar mi experiencia a una organización como EMCC, que ya es un referente nacional e internacional en mentoring, coaching y supervisión, así como el reto de lograr que su garantía de calidad llegue cada vez a más personas y organizaciones.

Comunicar bien es lograr que los mensajes lleguen al público adecuado, con propósito y claridad. Y eso es precisamente lo que buscamos, que más profesionales e instituciones conozcan la garantía y prestigio que ofrece EMCC.

¿Qué retos ves hoy en el sector del mentoring y el coaching?

Uno de los grandes desafíos es la profesionalización. El mentoring y el coaching tienen un impacto enorme cuando se ejercen con rigor, pero también han proliferado prácticas poco serias, o se ha hecho un mal uso de los términos, provocando cierta confusión y desgaste.

En este contexto, EMCC es clave, porque no solo acredita, sino que construye comunidad, impulsa estándares éticos y ofrece desarrollo continuo. Profesionalizar y prestigiar el sector ayuda a mantener bien informada a la sociedad.

¿Qué mensaje te gustaría que llegara con más fuerza al ecosistema profesional en España?

Que la ‘Garantía EMCC’ es un verdadero sello de calidad y confianza. Que detrás hay un equipo de personas comprometidas con la excelencia, tal y como he podido comprobar de primera mano.

El valor está ahí, reconocido a nivel europeo y global. El reto ahora es hacerlo más visible, y para lograrlo, es fundamental que toda la comunidad de EMCC, junta directiva, socios y acreditados, repliquen el mensaje, y promuevan que cada vez más profesionales y organizaciones decidan unirse.

¿Cómo visualizas el papel de los socios de EMCC Spain?

Además de una entidad certificadora, EMCC Spain es una comunidad profesional. Por eso, es clave que los socios proyecten el valor de pertenecer a una red que representa excelencia, respaldo internacional y desarrollo continuo.

Cada nuevo miembro refuerza ese valor colectivo. El objetivo es que más mentores, coaches y profesionales del desarrollo humano se sumen. Este es su lugar; aquí se potencia lo que hacen, se comparte, y se construye, juntos, el prestigio de la profesión.

¿Cómo ha sido tu vínculo con el desarrollo del liderazgo a lo largo de tu carrera?

Desde mis inicios he estado cerca de líderes, en gobiernos, campañas, en instituciones. Además de mi trabajo como consultor, he impartido decenas de conferencias y sesiones formativas, tanto presenciales como online, enfocadas en el desarrollo personal y la comunicación efectiva.

Incluso mi primer libro, ‘Génesis del Liderazgo’, ya estaba centrado en esto, en cómo el autoconocimiento y la proyección personal se entrelazan para formar verdaderos líderes.

¿Tienes formación específica en coaching?

Sí. Estoy certificado como coach por el Sistema Nacional de Competencias de México (CONOCER), y he seguido formándome a lo largo del tiempo. Por eso me resulta natural el paso de sumarme a EMCC. Porque aquí no solo se certifica, se acompaña también a crecer.

¿Con qué ideas te gustaría cerrar esta conversación?

Que hoy en día, el mentoring y el coaching son más necesarios que nunca, y EMCC Spain, como referente, tiene la oportunidad y la responsabilidad de liderar este sector con rigor, humanidad y visión. Vamos a trabajar para que cada vez más personas reconozcan en este sello una garantía de ética, de calidad, de crecimiento.