
Roser Marimon-Clos
Executive Director Global Executive MBA. IESE Business School
“En vez de mirar hacia lo viejo con pena, hay que mirar hacia lo nuevo con alegría y optimismo” (Mafalda)
¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar hasta aquí?
Mi trayectoria profesional ha estado siempre guiada por las relaciones interpersonales por delante de los resultados. Tras empezar mi carrera en Accenture, me sentí algo perdida en una gran organización. Tuve la suerte de contar con mi primer mentor, Luis, que marcó un antes y un después. Gracias a él empecé a ver el impacto positivo de un buen mentor.
Después de cursar mi MBA en IESE, conocí a Rafa, otro mentor clave que me ayudó a pasar de una mentalidad de consultora a una de líder o guía. Casi sin darme cuenta, ambos dejaron una marca en mí que se convertiría en mi actual interés por el mentoring y el coaching.
Más adelante, tras una experiencia personal de expatriación que amplió mi mirada personal y profesional, me incorporé al equipo de programas customizados en IESE. Allí, trabajé con jefes, en realidad, mentores, como Peppe, Idunn o Tricia, que terminaron de afinar mi visión: ver y acompañar el desarrollo integral de las personas, ya sean del equipo, clientes o participantes en los programas.
Durante más de cinco años tuve la suerte de acompañar a un equipo de nueve personas, que me apoyaron y ayudaron a crecer a la vez que crecían ellas. En mi posición actual, en referencia a mi equipo, el apoyo mutuo me permite ser compañera, amiga y a la vez, coach y mentora. En cuanto a los participantes del Global EMBA que dirijo, soy un “eje más” en el que apoyarse en el proceso de crecimiento profesional y personal que es el programa en sí.
Mi recorrido me ha enseñado que lo que realmente me motiva es escuchar, descubrir el potencial de cada persona y acompañarla en su evolución. Esta pasión me llevó a formarme como coach profesional y completar el programa Leadership Coaching Program del IESE, que me dio herramientas clave basadas en la confianza, la conciencia y la acción.
Con 25 años de experiencia, estoy rodeada de equipos, profesionales, una red de líderes y coaches excepcionales. Esta vocación se ha convertido no solo en mi trabajo, sino en una manera de transformar vidas y la mía propia.
¿Qué implica esta acreditación de EMCC a nivel de SP?
Por un lado, es el reconocimiento de varios años acompañando a equipos, compañeros y directivos como parte del día a día de mi trabajo y por otro lado es, precisamente, la realización y profesionalización de lo que empecé definiendo como “la parte que más me gusta de mi trabajo” y que se podría ir convirtiendo en la columna vertebral de mi carrera profesional.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Seguir desarrollándome para apoyar a profesionales en momentos clave de cambio en sus carreras, algo cada vez más común. En este sentido es un privilegio estar en el IESE y, más recientemente, colaborando con una asociación local centrada en combatir el edadismo laboral y en acompañar a mayores de 45 años en su búsqueda de empleo.
¿Cómo ves el panorama del Coaching y Mentoring en la actualidad?
Desde mi experiencia en el IESE, veo un modelo de mentoría y, sobre todo, de coaching ejecutivo de altísimo nivel, muy sofisticado y con gran impacto a nivel internacional ¡Me impresiona un poco!
Aun así, cada vez más veo que su valor también está en el hecho de ser prácticas adaptables a distintos niveles profesionales y contextos laborales, no solo al entorno ejecutivo. Lo cual le da un potencial para generar cambio real en perfiles muy diversos y en contextos muy distintos, que para mi, a veces, es la parte más bonita.
¿Cuál es tu enfoque de Coaching/Mentoring? ¿Cuáles son tus especialidades?
Mi enfoque es bastante “académico” pero es que me funciona… combina las preguntas abiertas con la escucha activa y los silencios, que aunque todavía me cuesta – ¡me gusta mucho hablar! – cuánto más los practico, más veo su potencial. Me gusta centrarme en este acompañamiento enfocado en los momentos de cambio que vive la persona, tanto poniendo en valor las experiencias pasadas y competencias adquiridas, como enfocando en la definición clara de objetivos de futuro. Tanto como coach como, sobretodo, en sesiones de mentoring, busco ayudar a que el profesional gane claridad, refuerce su autoconfianza y avance con intención.
¿Cuáles son tus mejores cualidades como coach o mentora? ¿Qué es lo que tú aportas de forma distintiva en los procesos de Coaching y Mentoring?
Decir que es distintivo sería decir mucho, pero me considero una persona empática. Me suele costar poco poner a mi interlocutor en el centro. Por otro lado, me esfuerzo por ver las cosas de manera distinta o creativa, lo cual, combinado con mi orientación a la acción creo que lo hace una combinación interesante.
Un consejo para quienes se plantean acreditarse por EMCC
Que disfruten el proceso. Más que un trámite, es una oportunidad real de reflexión y autoconocimiento. No se trata solo de registrar experiencias, sino de tomar perspectiva sobre el camino recorrido. En mi caso, fue la confirmación de un plan de carrera, del aprendizaje acumulado y del impacto generado.



