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Álvaro Capitán Soriano

EMCC Senior Practitioner

ESIA

Cofundador y director ejecutivo de Isora Neurociencia

El hombre que se levanta es más grande que el que no se ha caído

¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar hasta aquí? 

Mi comienzo en el mundo del Mentoring y el Coaching data del año 2008. La multinacional para la que trabajaba me dio la oportunidad de realizar procesos internos de Mentoring para la mejora de competencias directivas a responsables de departamento y directores de área. Fue una experiencia fascinante, muy diferente a lo que estaba acostumbrado a realizar hasta ese momento. Este proyecto supuso un punto de inflexión e hizo que la visión que tenía sobre mí mismo y mi desarrollo profesional tomara un cambio de dirección. A partir de ese instante fue cuando decidí dar pasos concretos y, de la mano de los mejores, formarme en habilidades para el desarrollo de personas, destacando el MBA in Sports Management realizado en el IE Business School y el Master Certified Profesional & Corporate Coach, un programa de alta calidad en Coaching profesional y ejecutivo acreditado como ACTP. 

Poco después, ya en el 2011, y tras un tiempo de intensa formación y preparación, por fin comencé mi carrera como coach profesional. Cuando echo la vista atrás siento que la decisión que tomé, avalado por la experiencia inicial de los procesos de Mentoring interno, fue acertada. No sólo por el autoconocimiento progresivo que he realizado a lo largo de este tiempo o el valor que me ha aportado profesionalmente, sino también por las distintas experiencias que he tenido la fortuna de saborear gracias a ambas disciplinas. Y sobre todo por las personas que he conocido a través de ellas. Además, aplicar en profundidad el Coaching y el Mentoring me permitió abrir un abanico inimaginable de nuevas oportunidades, ya que fue la puerta de entrada hacia otras áreas de especialización como la neurociencia, la comunicación o la enseñanza.  

En lo que se refiere a la Supervisión, mi primera experiencia tuvo lugar en el año 2014 y tuvo como base situaciones de corte ético y valórico que estaban aconteciendo con los alumnos de nuestro programa de Coaching de Salud. Esto dio pie a que comenzáramos a darle mucha importancia a la actividad de Supervisión, lo que a posteriori dio como resultado la creación del método del caleidoscopio para la Supervisión, desarrollado íntegramente a nivel interno por el equipo de Isora Neurociencia.   

Desde aquel año 2014 y hasta el día de hoy, el ritmo ha sido frenético y apasionante, y en el que hemos podido estructurar nuestra escuela de negocios, hemos llegado a acuerdos con instituciones universitarias y compañías de prestigio internacional en el área de neurociencia o hemos establecido nuestro sello editorial. Pero sobre todo, destaco el aprendizaje y la evolución que he tenido gracias a las personas que me rodean en este maravilloso proyecto, desde mi socio, el Dr. Hernán Cerna, pasando por los miembros del equipo de Isora Neurociencia y, por supuesto, los clientes, que han sido y son el combustible que hace que el motor de esta aventura continúe su marcha y no se detenga.    

¿Qué implica esta acreditación de EMCC?  

El hecho de haber conseguido la doble acreditación como Senior Practitioner EIA y como Supervisor ESIA supone el hecho constatable de haber elegido el camino correcto en el momento oportuno. Hace más de diez años que ejerzo como coach y mentor y cerca de siete como supervisor. Sin duda, un tiempo razonable para hacer una parada técnica y darme cuenta de que la experiencia acumulada y el camino recorrido hasta ahora han merecido la pena.

Por otro lado, le doy una gran relevancia al hecho de que las acreditaciones hayan sido concedidas por una institución con base en Europa, lo que me enorgullece incluso más por el hecho de provenir de la comunidad a la que pertenezco como ciudadano. Esto supone, por un lado, una alta responsabilidad personal, pero también un acicate para continuar el viaje con la máxima ilusión.   

¿Cuáles son tus planes de futuro? 

Mis planes a futuro tienen relación con el crecimiento que nos hemos propuesto internamente para Isora Neurociencia. Durante los últimos meses hemos estado trabajando en lo que va a ser el futuro de la institución, teniendo muy en cuenta aquello que la sociedad nos está demandando según la coyuntura actual.

En este sentido, ya tenemos preparados nuevos programas de formación que van a ser punta de lanza en el año 2023. Entre ellos quiero destacar el programa “Super-Visión: ampliando las perspectivas del Coach”, que contará, entre otros, con los cinco supervisores acreditados como ESIA por la EMCC Global, y que todos ellos forman del equipo de Isora Neurociencia; o la nueva edición del “Master in Science Nutritional & Health Coaching”, programa que ya es un referente indiscutible del Coaching de Salud en habla hispana.

Ambos programas estarán, a su vez, acreditados por la Universidad Católica de Ávila (UCAV), con quien Isora Neurociencia ha establecido un acuerdo interinstitucional y con quien hemos ampliado nuestro marco de actuación mediante la creación del Master en Psico-Neuro-Endocrino-Inmunología de la ciencia”, programa al que le hemos dedicado mucho cariño y tiempo y en el que van a tener especial relevancia las actividades de Supervisión y práctica reflexiva, algo que consideramos esencial para todo profesional que trabaja en el ámbito del desarrollo y cuidado de personas. 

¿Cómo ves el panorama del Coaching, el Mentoring la Supervisión en la actualidad? 

El mundo está evolucionando. Esto no es algo novedoso en sí ya que lo llevamos comprobando desde hace algunos años. Pero la sensación de que la rueda gira cada vez más deprisa es patente en la sociedad, que tiene la sensación de que esta no sólo no se va a detener, sino que ni siquiera va a aminorar su velocidad. Esto supone que muchas personas estén viviendo con una sensación de desazón e incertidumbre sin saber muy bien qué hacer o cómo encarar su día a día.  

Bajo mi perspectiva existe una sensación contradictoria, ya que este mundo cada vez más virtual parece que está trayendo una mayor deshumanización. Pero, por otro lado, están proliferando más instituciones que apuestan por poner a la persona como el punto central de la balanza.

Yo soy de los que piensa que debemos tener fe y confianza en el ser humano. Y aquí entran de lleno actividades como el Coaching, el Mentoring o la Supervisión como espacios de humanización, de contacto entre personas, de evolución mutua entre profesional y cliente. Un lugar donde la persona tenga su espacio para detenerse y pensar, conocerse mejor a sí mismo y evaluar el entorno para, por supuesto, tomar las acciones necesarias para cambiar su realidad. 

¿Cuál es tu enfoque de Coaching y Mentoring? ¿Y el de Supervisión? ¿Cuáles son tus especialidades? 

No considero que mi práctica tenga un enfoque único hablando de las tres especialidades. Con los años y la experiencia acumulada he aprendido en primer lugar a ser flexible según el tipo de cliente, con lo que dependiendo de con quien estoy trabajando, así aplicaré distintas metodologías o herramientas.  

Estoy convencido, por otro lado, de que tiene que existir una verdadera conexión de confianza entre el profesional y cliente, teniendo en cuenta que las posiciones tienen que estar claras y que en ningún momento el coach, mentor o supervisor debe erigirse como el protagonista de las sesiones o del éxito del proceso, ya que su labor es la de apoyo temporal, como si fuera un bastón que se utiliza para caminar en la nieve, de cara a que el cliente consiga no sólo sus objetivos, sino también una mejor versión de sí mismo que le permita tomar sus decisiones con total libertad.  

En lo que se refiere a mis especialidades, durante años me he desarrollado en el área de Coaching Ejecutivo, aunque en los últimos años mi trabajo ha tenido una mayor influencia hacia el Mentoring con diferentes tipos de cliente, no sólo de perfil ejecutivo, y el apoyo en procesos de Coaching de Salud individuales y entornos familiares, como puedan ser personas diagnosticadas dentro del espectro del autismo.   

¿Cuáles son tus mejores cualidades como coach, mentor o supervisor? ¿Qué es lo que tú aportas de forma distintiva en los procesos de Coaching, Mentoring o Supervisión? 

Creo que mi mayor cualidad tiene que ver con mi autenticidad y la honestidad que procuro con el cliente y su proceso. Mi evolución y aprendizaje todos estos años en diferentes áreas del desarrollo de personas y desde diferentes perspectivas me ha permitido entender mejor el marco general de los contextos particulares, es decir, tomar a la persona como un todo integral y no como un ente separado de partes inconexas. Esto ha hecho que comprenda mejor aquello que facilita o dificulta el proceso de toma de decisiones ahondando a su vez en una mayor competencia a la hora de escuchar y estar presente en las sesiones.  

Un consejo para quienes se plantean acreditarse por EMCC 

Yo destacaría en primer término la rigurosidad del proceso de acreditación, tanto en los programas, como a nivel individual. En este caso, un candidato puede realizar además el proceso a través de una escuela acreditada, que bajo mi perspectiva es una opción más cómoda y que supone menor carga de trabajo para el postulante.

Lo cierto es que la EMCC Global realiza un trabajo exhaustivo de estudio de las diferentes candidaturas, lo que bajo mi perspectiva ahonda en una profunda tranquilidad para el profesional, ya que desde el primer momento es constatable la seriedad del procedimiento, así como la cercanía de las personas involucradas en él. Creo, sin duda, que acreditaciones como estas dan un mayor valor al profesional, realza su trabajo y dan verdadera relevancia a la experiencia acumulada. El hecho, por otro lado, de que sea una institución europea quien concede la acreditación le da un valor añadido más, por ser un reconocimiento y una garantía que va a decir mucho en los países de nuestro entorno.